Como nos acaban de avisar que estamos muertos aún antes de nacer, seremos breves (y como todo está consumado, creceremos sin apuro, como los pelos y las uñas de la finada blogósfera.)
Parece que todos quieren su reingeniería, su reinvención. Ahora les tocó a los engreídos de la blogósfera. En un post reciente de la habitación de Henry Spencer, 4 ¿bloggers?* discuten el tema bajo el tópico «bloggers y redes sociales» que podría resumirse en: debemos o no seguir siendo (llamados) bloggers. O sea, se ajusta o no esta categoría a lo que estos muchachos de vanguardia esperan de y ofrecen a la web 2.0. La respuesta parece ser negativa, y es que ellos ya están en «otra cosa». Ya agotaron, digamos, esa herramienta y han de superar ese encasillamiento. Ajá, ¿y qué es esa otra cosa? Veamos.
Contextualizando el debate: En las últimas semanas hubo una seguidilla de entrevistas a la nata blogera: JA Godoy, Roberto Bustamante (el Morsa), Juan Carlos Goicochea (Ombloguismo) y el guest star Luis Torres Montero (el malapalabrero, malapalafaiter) en el programa Qué tal raza. Si no las vieron entren al canal youtube. La última es la del morsa y su intervención no solo dejó mucho que desear, sino también un tema abierto a discusión. «Que Spencer sea un blogger (o vlogero) es incidental», «se ha inflado esto de los blogs», y «la cholósfera no es importante» fueron algunas de sus afirmaciones. Hasta aquí el morsa parecía jugar en contra, atacado por algún amague de esquizofrenia. Luego esto toma sentido como el punto de partida del debate que veré a continuación.
Morsa, el ideólogo, parte de dos tesis: i) la moda de los blogs ya ha pasado, ii) se usan tantas herramientas distintas que es difícil decir que uno es simplemente blogger, hay que enfatizar lo que hacemos (la praxis) no el medio. Resumiré y comentaré la conversa, haciendo uso de algunas paráfrasis y citas (en cursivas).
The artist formerly known as blogger
Tener un blog ya no está de moda. Hubo un momento en que era LA HERRAMIENTA. Pero esto pasó y aparecieron otras. Ahora, ya nadie hace un blog and beers (esto sí es para preocuparse). O sea, «hubo un tiempo (en) que fue hermoso y fui libre de verdad», en esa época ser un blogger era lo in. Pero ahora…
El ideólogo nos dice que la necesidad de abandonar una categoría, un concepto o un término (blogger) se sustenta en que ya no es tan paja, en que ya no me siento cool cuando se me aplica. ¿Estoy entendiendo mal? Más adelante menciona que «blogger» ya no sirve porque la gente usa tantas cosas a la vez que ya no es suficiente para explicar lo que ocurre. Dos cosas: 1) ¿desde cuándo un término o concepto tiene que agotar sus instanciaciones individuales? ¿Cambiamos de conceptos así de fácil? Un ejemplo sencillo: ¿no usamos «periodista» para nombrar a los que hacen prensa escrita, televisiva, radial por igual? ¿Y no usan ellos distintas herramientas? Por supuesto que sí. Busquen más ejemplos, abundan. 2) Un término no tiene el rol de «explicar» necesariamente. Una categoría me permite agrupar, ordenar, asignarle ciertas características a algo. Ser explicativas les corresponde a las teorías, incluso a las definiciones. Así, todo depende de cómo defina el concepto, y sí, eso sí puede entrar a debate. El claim «necesito un nuevo concepto que me acoja» parece ser la excusa para algo más.
Marketing 2.0
«Blogger» fue útil pero ya no lo es más. ¿Cuándo fue útil? ¿Útil para quiénes? ¿Por qué ya no? En una línea similar a la anterior, dice el morsa que el término fue útil cuando aparece este grupo de gente que empezó a marcar la diferencia con los medios. Yo, que no participo de los medios o incluso que lo hago (el ejemplo es ocram), pero tengo mi blog independiente. Alternativo. Vamos entendiendo a qué se refieren con «bloggers», y en seguida nos echa una mano para redondear la idea: Hubo un momento para posicionarse, casi una especie de marketing. O sea que el término era útil mientras servía para hacerse de un espacio, de un nicho, para venderse como buen marketero. ¡¿Cómo?! Yo pensé que eran todo lo contrario, los desinteresados y no contaminados por la prensa que sí busca vender. Resultaron siendo lo opuesto a lo que hace unos meses afirmaban. Y no otra cosa que columnistas wannabe. De hecho, esto calza con los pasos de Ocram, quien desde hace unos meses es flamante columnista de Peru 21. Aunque no todos la hicieron. Entre los afortunados está Carlos Meléndez, el conocido Jorobado de Notre Dame, quien escribe para Correo. A él le ligó a la segunda, luego de tocar la puerta de otro medio y que nadie saliera a recibirlo. Una lástima.
Resumiendo, ahora que son un «producto» no diferenciado de los medios, a consecuencia de haberse plegado a ellos, de ya no ser realmente alternativos, deberían dejar de llamarse bloggers. ¿Quiénes? Ellos. Y entonces, necesitan un nombre más ajustado a lo que hacen «ahora», y ¿qué hacen? A ver si lo respondemos.
Reboto, luego existo
¿Facebook y Twitter es lo in? A opinión del ideólogo estos son los monstruos de las redes sociales. Y tiene razón. Las redes sociales se configuran de tal modo que uno interactúa ahora más con Facebook o Twitter, que con su blog. Mientras el twitter permite intecambiar información al instante y en tiempo real. El Facebook ofrece una plataforma más cómoda para linkear. Ajá, pero los blogs no solo linkean ¿o sí? Ocram se confiesa, ya le da flojera postear: me es más fácil poner un link en el Facebook, sale la fotito y el resumen, que es lo que hubiera hecho en mi blog. Bajo esta visión los blogs (o ciertos blogs) no serían más que agregadores, rebotadores. Lo que hacen es facilitarnos la labor de buscar cosas de nuestro interés en la web. «Nos hacen la tarea». No solo los términos de esta discusión sino las prácticas de algunos bloggers hace evidente un estilo en boga: el de rebotador. Se ha mencionado ya, la tendencia es a meramente rebotar. Y rebotar implica por lo menos, de un lado, publicitar otro blog, y de otro, alimentarse de él en el sentido más literal: absorbes el posible tráfico que él pueda generar. Entonces, si opinar en el mar de la blogósfera es mucha chamba y no rinde, hay que rebotar o canalizar opiniones (canalizar hacia el propo site). A más rebotes, mayor ganancia.
Como decíamos, FB y Twitter constituyen redes sociales elefantiásicas, cientos, miles de personas al alcance de un par de clicks. De esto ya se percató cualquier interesado en el aspecto comercial de su producto. FB y Twitter te permite una publicidad sutil, mucho menos intrusiva, y para una población ya segmentada. Los grupos de Starbucks en el facebook y las redes de amigos alrededor del Cuy Mágico del BCP, por poner dos ejemplos. La meca del advertising y la posibilidad de un tráfico nunca antes visto por ningún blogger local. El twitter está matando al RSS, dice De lucio, sí en tanto lo desaparece de nuestro campo de atención. Y la única forma en que un ¿blog? puede subsistir comercialmente es concentrando atención, tráfico, ganando sus réditos.
Entonces, ¿es FB y Twitter lo in, ellos marcarán el cambio, la nueva forma de ser alternativo, de ser cool? Difícilmente. A menos de que consideremos que la construcción de contenido relevante puede darse juntando frases de 146 caracteres. (Y es esto lo que nos interesa ¿no? construir «contenido de calidad»). Cualquier lector se percata de esto. Estar en FB o ser twittero no es más paja, no te hace «alternativo» pero sí popular. La masa está ahí, y con ella la posibilidas de réditos. No es como dice un blogger: la monetización no es lo de menos, es lo de más. Es tan «lo de más» que ya la distinción entre oficial y alternativo -a decir de estos bloggers- parece haber quedado en el olvido. Pese a todo, y como bien apunta De lucio, Twitter no es tuyo, y no puedes monetizarlo. En ese sentido, FB es un riesgo.
The next big thing
La blogósfera está saturada, pero ya no hay blogs «pajas». Es el momento de las contradicciones. Extrañamente se afirma que los medios han levantado demasiado el asunto de la cholósfera, de lo que se infiere que el fenómeno ha sido magnificado. Y luego se lamenta la escasez de momentos 2.0, ya no hay blogs pajas, que marquen la agenda, como si la repercusión en los medios fuera necesaria. ¿En qué quedamos? La asimilación del fenómeno blog por parte de la opinión pública ha detenido la colocación de bloggers en medios. Bajo la figura piramidal, sólo las puntas del iceberg consiguieron un puesto (ocram, meléndez). Ellos ahora parecen incidir en mudar la importancia de los blogs a criterios de calidad distintos: los blogs a sobrevivir serían los temáticos a manos de expertos o blogs personales. ¿Y cómo así llegó el fin de los blogs entonces? Todo ello me (nos) suena a palabreo, parecen más preocupados en crear una atmósfera, en preparar el terreno para lo que se viene. No hay blogs que hagan destapes, que traten temas sociales o de opinión pública. Crean la sensación de la necesidad, necesidad de algo nuevo (nuevo concepto, nuevo nombre, nuevo medio). A ello solo siguen múltiples incoherencias: los blogs por conveniencia económica (blogs de Peru21, de El Comercio, convenía que fueran bloggers, captar el feeling del momento); los medios trepándose al coche de los blogs como Chuto al de RPP (pero ¿quién se sube al coche de quién? si aparecer en medios es lo que ciertos bloggers habrían buscado tenazmente); y un considerable etcétera.
Revisemos las razones para no llamarse blogger: 1) Como bloggers muchos de ellos han devenido rebotadores, una estirpe en autonegación, solo dispuestos al autoreconocimiento previo cambio de etiqueta. Ellos no son son rebotadores, son «otra cosa». 2) Los blogs ya no están de moda, ya no representan novedad para los medios, ni para otros acostumbrados a sus formas, y para otros (una gran masa) nunca lo fueron. 3) El rebote es un seguro generador de réditos, pues centralizaría el tráfico que blogs o sites dispersos podrían tener. Ello aseguraría la supervivencia de algunos y la inevitable desaparición de otros (junto a las fuentes tradicionales). Y en pocos sitios el tráfico = réditos se iguala al de FB o Twitter. El poderoso Hi5 también ha recibido palabras elogiosas de uno de estos bloggers. Aún así el dominio propio es necesario para la monetarización. Y esta no es lo de menos. El ejemplo claro es el utero.tv que existió mientras tuvo el apoyo financiero de Inventarte, pero languideció y murió por falta de réditos. El espaldarazo vendría ahora de la RCP, y desde el «.pe» la nueva táctica vendría a ser la de aglomerar medios, «centralizar opinión», aparentemente la práctica más redituable. (El .pe es ya la plataforma favorita de medios como Perú21 y La República.)
¿Son estas razones para no llamarse blogger? O más bien excusas para justificar lo que se viene y ponerle el rostro de la vanguardia, de lo progre, de lo cool. Estos chicos ya están «en otra cosa», claro. Una necesidad imperante los obliga a mutar, una que nada tiene que ver con la preocupación teórica sino con asuntos más pueriles. ¿Cuál es el futuro (de mi bosillo) twitter, facebook, drupal, wiki? O quizá algo menos sofisticado, una simple mula.
Las piezas están echadas. Y este blog hará su propio juicio mediático desde la tumba del caché.
* Los 4: Roberto Bustamante (Morsa), Marco Sifuentes (Ocram), Felipe de Lucio, y el propio Luis Carlos Burneo (Spencer).